La Estrella de Belén

La fecha en que se celebra cada año la Semana Santa, es una clara manifestación, de la importancia que en tiempos pasados tuvo la Astronomía. Porque la fecha en que cada año se celebra se estableció refiriéndola a un fenómeno astronómico, lo que produce que cada año se celebre en fechas diferentes.

Año tras año, al llegar las fechas de la Navidad, concretamente el 6 de enero, en que se celebra la fiesta de la Epifanía, surge un tema que a muchas personas les inquieta: "La estrella de Belén" ¿Qué fue aquello que atrajo a los Magos a Belén?

Desde hace muchos siglos, los párrafos del Evangelio de San Mateo (ningún otro evangelista lo menciona), relativos a la estrella de Belén, han ocupado más y más la fantasía de las gentes. Tanto los expertos como los profanos de todas las ciencias, y sobre todo de la Astronomía, se han dedicado a encontrar una explicación a la "estrella de Belén", que ha sido asociada, en todos los tiempos, a cuantos astros cruzan la bóveda celeste.

Es claro que algo apareció en el cielo de Judá hace algo más de 2000 años. El evangelista dice que "la estrella, llegada encima del lugar en que estaba el niño, se detuvo".

Hay teorías para todos los gustos: cometas, conjunciones de planetas, meteoritos, estrellas, estrellas "novas", etc..

Una primera explicación que se ha tratado de dar a la "estrella", ha sido la de identificarla con algún cometa. No es raro, ya que en casi todos los belenes de nuestras casas, aparece sobre el portal, un resplandeciente cometa.

Hay muchos datos de pasos de cometas en la antigüedad. Leemos que, después del asesinato de César, en el mes de marzo del año 44 a.C. apareció un brillante cometa, que no era el Halley, pues éste pasó el año 12 a.C. En el año 17 de nuestra era apareció, otro cometa, con una magnifica cola que, en los países mediterráneos, pudo observarse durante muchas noches. El siguiente cometa de importancia del que tenemos noticia, apareció en el año 66, poco antes del suicidio de Nerón. Estos son los tres cometas que, podríamos decir, rodean el nacimiento de Cristo.

El gran astrónomo Halley empezaría a investigar los pasos anteriores del comenta que llav su nombre, deduciendo que cada 76 años este cometa repetía su acercamiento al Sol, lo que nos lleva a no coincidir con la fecha del nacimiento del Salvador.

En el siglo XVI se volvió a pensar en el cometa Halley para explicar la Estrella de Belen, apoyándose en que dos siglos antes, Giotto había pintado en una capilla de Padua, el nacimiento de Cristo y un cometa sobre él. En este supuesto, habría que cambiar la fecha del año cero, retrasándola doce años.

Otras teorías explican el fenómeno mediante conjunciones entre planetas. Sabemos que se llama "conjunción" entre dos planetas a aquella posición en que se igualan sus longitudes eclípticas, viéndose en el cielo prácticamente juntos. Es cierto, que a veces los planetas se acercan tanto unos a otros que, ante nuestra mirada, aparecen en el cielo como si fueran una estrella de gran luminosidad.

Hacia finales del mes de febrero del año 7 a.C., atravesaba el firmamento Júpiter, que pasó desde la constelación de Acuario para encontrar a Saturno en la de Piscis. Como el Sol en aquella época se hallaba en la misma constelación, su luz impedía verlos. Aquella conjunción se ha tratado de explicar como si hubiera sido la "estrella de Belén". Esto cambiaría la fecha del nacimiento de Cristo en esos siete años.

Sabemos que entre los años 12 a.C. y 7 d. C. hubo no menos de 200 ocasiones en que 2 planetas estuvieron muy cerca el uno del otro y otras 20 veces, en que el agrupamiento fue de 3 o más planetas. Hoy día, con los planetarios y los ordenadores, se puede calcular fácilmente, y afirmar que no existen coincidencias con el "año cero".

Podríamos citar una conjunción importante en los dos más brillantes planetas del Sistema Solar, Venus y Júpiter. Ambos tuvieron una aproximación especialmente crítica, el día 17 de junio del año 2 a.C. En aquella ocasión, ambos planetas se acercaron el uno al otro, a una distancia de tres minutos de arco. Podemos imaginar que, desde Babilonia, se vería una impresionante fusión de luz hacia Judea, alrededor de las diez de la noche. Pero faltaban dos años y medio para la Nochebuena.

Otra explicación, quizá la que está más en boga en la actualidad, es la de que fue una "nova". Las estrellas "novas" son estrellas que debido a una explosión al final de su vida, liberan repentinamente grandes masas de materia, adquiriendo el brillo de toda una galaxia. Su luminosidad es espectacular durante uno o dos meses y son realmente fenómenos raros Solamente se dan unas pocas en cada milenio.

En tiempos de Hiparco se dio uno de estos fenómenos. Fue en el año 134 a.C., aunque no está confirmada la exactitud de ese dato.

Otra estrella "nova", quizá más espectacular que la de Hiparco, apareció en Tauro en junio del año 1054. Las noticias que tenemos de este suceso se las debemos a astrónomos chinos y japoneses. Este astro persistió en los cielos durante dos años y su brillo llegó a ser tan grande, que, en los momentos de máxima luminosidad, superaba el resplandor de Venus.

Al parecer los Magos tardaron meses, incluso se piensa que años, desde que partieron de sus hogares de origen, hasta que llegaron a Belén y la estrella parece que solo les guió al final de su viaje. Esto también requiere algo de meditación y encaja con una "nova perfectamente. Pero, no hay noticias de ninguna nova que coincidiera con el "año cero".

Alguna vez se ha pensado en Sirio para explicar "la estrella de Belén". Sabemos que Sirio es la estrella más brillante del cielo y está situada en la constelación del Can Mayor. Esta explicación debe descartarse, así como cualquiera de las estrellas conocidas y existentes en cualquier catálogo estelar.

Hay que considerar que los Magos hemos eran astrónomos y por ello, debe buscarse la explicación en base a algo que les llamase la atención, lo que no ocurriría con una estrella del brillo de Sirio, ni tampoco con ninguna otra estrella y, hasta podríamos añadir, que con ninguna conjunción de planetas ya que cuando va a ocurrir una, se va paulatinamente observando en el cielo el acercamiento de los dos astros, hasta llegar a la conjunción, y esto lo observarían fácilmente los Magos.

También se ha especulado con algún meteorito incandescente. Esto hubiera encajado con el hecho de que se vio sólo localmente. Sin embargo, no se sabe cómo podría interpretarse en cuanto a detenerse (como nos dice San Mateo), lo que acaso pudiera coincidir con la caía del meteorito. Pero el evangelista dice que la estrella se detuvo sobre Belén y además los viajeros de Oriente no podían venir de lejos persiguiendo una aparición que apenas hubiera durado unos segundos en el cielo.

Los evangelios apócrifos (se denominan así a aquellos que no tienen probada su total autenticidad) son más explícitos que el de San Mateo. El de Santiago dice, refiriéndose a la estrella que guió a los Magos, que era una estrella extremadamente grande que eclipsaba a los demás astros con su fulgor.

El evangelio árabe la describe como un gran Sol que iluminaba toda la tierra de los persas y que, cuando llegó a Belén se transformó en una gran columna de fuego que llegaba hasta la Tierra.

El armenio la define como un astro que se movía, se paraba, aparecía y desaparecía.

A veces se ha pensado que la "estrella de Belén" no fue un fenómeno único. Pudieron pues ser una serie de sucesos de los que hemos indicado, seguidos y enlazados en el tiempo unos a otros, los que guiaron a los Magos, es decir, varios sucesos en cadena.

La cristiandad celebra la fiesta de la Navidad del 24 al 25 de diciembre. El día 25 de diciembre del año 354, es la primera vez que se menciona como fiesta de la Navidad, siendo reconocido legalmente como festivo bajo el mandato del emperador romano Justiniano. Esto ha llevado a algunos historiadores y teólogos a la conclusión de que el 25 de diciembre del año cero, no es la fecha auténtica del nacimiento de Jesucristo, ni en lo que se refiere al año ni al día.

Es interesante indicar, para terminar, que el Vaticano admite que la fecha de la Natividad no está cerrada y por tanto, admite hipótesis sobre lo que pudo ser "la estrella de Belén" y cuándo ocurrió realmente la Epifania.

La explicación que actualmente se da, identifica a la "estrella de Belén" como una "nova" que fue la que guió a los Magos.