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27 de noviembre de 2011

Romería de San Eugenio - Real Sitio de El Pardo.


"Abrígate, mi niña, "pa" San Eugenio, que El Pardo y la bellota traen invierno"

Con un día más de primavera que de un entrado otoño, el pasado día 27 celebramos la Romería de San Eugenio en El Real Sitio del Pardo, llamada también romería de la Bellota.

Un gran número de Pardeños y vecinos de Fuencarral-El Pardo (castizos, gañanes, chisperos y manolas) no han querido perderse esta celebración que, aunque data del reinado de Felipe IV, sufrió un largo paréntesis tras la Guerra Civil y fue recuperada en 1993, siendo concejal del Ayuntamiento de Madrid Don José Gabriel Astudillo, y apoyada desde entonces por el Foro de Asociaciones Madrileñas y la Junta Municipal del Distrito de Fuencarral - El Pardo, que han mantenido y convertido con el paso del tiempo en una de las tradiciones más arraigadas del Distrito y con un carácter evidentemente popular.

Una vez más, nuestra Concejal-Presidenta de la Junta Municipal, Doña Elena González Moñux, acompañada de los Vocales-Vecinos y numerosos afiliados y simpatizantes del Partido Popular, han querido acompañar a los Pardeños y Pradeñas en este día con tanto arraigo para ellos.

La Romería comenzó con el tradicional Pregón, que este año contó con la presencia de Nati Mistral, actriz y cantante, quien después de unas bellas palabras hacia El Pardo, y nos encandilo a todos con el cuplé "El Relicario", inspirado en esta célebre romería.

Como es tradición, nos dirigimos a realizar la petición al santo en la puerta del Convento de las Madres Concepcionistas Franciscanas, para proceder a subir al Monte del Pardo para celebrar la misa de campaña, para posteriormente degustar las sabrosas migas y sangría que todos los años tiene a bien patrocinar la Junta de Distrito.

Ya por la tarde, y tras el café y descanso, se celebró el concurso "La Bellota Mas.", para proceder entono a las cinco de la tarde al retorno al Convento de la imagen de San Eugenio.

La celebración tiene su origen en una leyenda. Se cuenta que en un de noviembre Felipe IV se perdió persiguiendo un jabalí mientras estaba cazando en el monte de El Pardo. Entonces se encontró con un hombre al que vio cómo robaba bellotas de una encina cercana. Cuando el rey le preguntó qué hacía, el hombre le contestó que se veía obligado a robar las bellotas para poder dar de comer a su familia. El hombre, al enterarse de a quien estaba hablando pidió piedad al monarca. El rey le dio unas monedas y le dejó marchar. Y, en recuerdo de aquel suceso, el rey concedió a los madrileños que cada mes de noviembre pudieran ir al Pardo a recoger todas las bellotas que pudieran cargar. Con el tiempo, el ir a recoger bellotas se convirtió en la última fiesta campestre del año, aprovechando el privilegio real que permitía a los madrileños acceder a un recinto vedado el resto del año.



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